En el día 16, dejé mi cargo en el restaurante. Fue una lucha muy grande para mí estar trabajando como segundo debajo de una persona, pero al final pude crear un ambiente bonito para trabajar con los de más y pude disfrutar mucho con ellos. Honestamente al principio fue dificil para mí trabajar tratando de buscar el equilibrio entre el dueño y los de más, me sentía como aprastado entre pared, pero creo que pude lograr a hacer buen equipo para realizar el función del restaurante como los clientes quieren.
El punto más complicado fue como no es mi restaurante, no pude ver hasta qué punto pude exigirles sin presionarles, al final dejé de ser tan fuerte con ellos y decidí vivir con ellos sin perder mi rumbo. Así empezó funcionar bien.
En cualquier cocina te hace aprender muchas cosas, a veces no sólo la tecnica o nueva receta sino cómo manejar las personas y el función del restaurante. Y si tú no abres la mente nunca vas a aprender las cosas nuevas.
Ya dentro de poco me marcho de Nueva Zelanda, y en este momento no pienso a volver a trabajar, sinceramente no puedo decir que he pasado muy bien siempre, pero aprendí muchas cosas para ir a siguiente paso.
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